martes, 20 de mayo de 2008

Y la lluvia cayó

En efecto, las primeras gotas empezaron a mojar el asfalto incluso antes de que se convocara a los pilotos a la grilla de partida por los altoparlantes, al punto de que cuando los primeros empezaron a hacerlo la precipitación ya era fuerte. La sorpresa en ese momento la volvió a dar Xavier Villagómez, pero esta vez al salir de su garaje con el problema solucionado y dispuesto a recuperar algo de lo perdido en la primera manga.

Ubicado en la última posición de la grilla, no tardó en desprenderse de sus inmediatos antecesores, una vez que se autorizó la largada. A Villagómez le bastó una vuelta para colocarse como escolta de Rivera, y dos para superar al ganador de la primera parte de la carrera.

Sin embargo, para entonces la lluvia cobraba una fuerza inusitadas y empezaba a acumularse en algunos sectores de la pista, haciendo que los pilotos bajaran la velocidad para precautelar la seguridad y su propia integridad.

Transcurridas cinco vueltas, la organización decidió suspender la prueba y efectuar la premiación con los resultados de la primera manga, en vista de que no se cumplió ni el 50% de la segunda.

Así Juan José Rivera se proclamo ganador de la carrera, acompañado de Henry Pozo, Pablo Endara, Patricio Cevallos, Juan Pablo Villota y Juan Espinoza en otras categorías.

Fuente: Carburando • El Comercio

Las Incidencias

Pocos minutos antes de las 11:00, los bólidos de las diferentes categorías se colocaron en la grilla de partida del trazado imbabureño, según los resultados obtenidos en las pruebas de clasificación.

Se aprestaban a disputar la primera fase de una competencia compuesta por dos mangas, pactadas en 15 vueltas cada una, que al final determinaría al ganador de la primera carrera del 2008.

Los prototipos de Rivera (101), Juan Espinoza (77) y Diego Londoño (26) se adueñaron de las primeras posiciones, dejando atrás a los vehículos de serie y desempeño más modesto.
En este punto llamó la atención la ausencia de Xavier Villagómez (150), campeón del año pasado, debido a una sorpresiva falla en el módulo de inyección de combustible de su bólido que los técnicos del equipo Renault-Abro no lograron solucionar a tiempo.

Una vez que se dio la largada, Rivera no tuvo problemas para conservar el liderato y afianzarse vuelta tras vuelta en esa posición, debido a la considerable ventaja que sacaba sobre Espinosa.

Este último hacia lo propio con Londoño, cuyo bólido equipado con un motor rotativo Mazda de 2000 cm3 cada vez concedía más tiempo a sus adversarios. No obstante, era lo suficientemente rápido para mantener alejada la posibilidad de ceder el tercer puesto.

Con los tres puntero corriendo en solitario, la atención de los presentes se enfocó en la mitad del pelotón que tenía como protagonista a los Suzuki Forsa de Diego Morán (405) y Pablo Endara (434). Algo mas retrasado pero también siendo parte de la pelea se ubicaba Juan Pablo Villota, en el Getz marcado con el número (999) de la fórmula Hyundai.
En cuarto lugar en el que marchaba le duró apenas una vuelta a Morán, quien para el segundo giro fue cómodamente superado por un aguerrido Pablo Endara, que corría frente a su público.

Durante las restantes 14 vueltas no se produjeron más cambios en los cuatro primeros puestos de la competencia y las emociones se redujeron a algunos sobrepasos alternados entre los pilotos de las últimas posiciones.

Eso sí, los múltiples fallos mecánicos e incidentes de carrera obligaron a muchos pilotos a visitar el área de los pits y algunos de ellos ya no pudieron volver a la competencia o debieron abandonarla luego de comprobar que las reparaciones efectuadas no sufrieron efecto.

Tal fue el caso de Juan Carlos Navarro (555), quien al intentar u adelantamiento golpeó a su auto contra el de su hermano Alberto, dañando el eje y la suspención delantera derecha.

Transcurridos algo más de 20 minutos después de la largada y completadas las 15 vueltas establecidas, cayó el telón de la primera manga. Los tres primero casilleros de la categoría general en esta fase inicial correspondieron a Rivera, Espinosa y Londoño, respectivamente.

En un intermedio aproximadamente de 90 minutos entre la primera y segunda mangas, los organizadores habían programado una carrera de exhibición no puntuable a cargo de los pilotos participantes en el Campeonato Nacional de Motovelocidad y otras actividades complementarias.
Estas incluyeron una presentación musical de la agrupación denominada Las Chicas Dulces y el sorteo de algunos premios a los asistentes ubicados en la tribuna principal.

Todo esto se cumplió según lo previsto, mientras los pilotos y sus equipos en sus respectivos boxes ponían a punto sus máquinas para participar en la manga decisiva de la carrera.
Paralelamente, unas oscuras nubes provenientes del sureste avanzaban sobre la laguna y empezaban a cubrir poco a poco el autódromo, anunciando la inminente llegada del aguacero en cuestión de pocos minutos.

Fuente: Carburando • El Comercio